lunes, 12 de abril de 2010

Reloj

El reloj se aburre.

juega a ver las horas balancearse

una a una

junto a la corte de segundos

y minutos.

Uno a uno

juegan,

ríen,

saltan

y casi vuelan.

Reloj cansado.

De no poder saltar con ellos.

Sólo escucha risas traqueteadas

en forma de tic-tac.

El fantasma de su sonrisa se desvanece

y entonces su alegría y su vida de trabajo y puntual esfuerzo termina al fin.

Mientras, el tiempo va presuroso

por el anfiteatro de la vida.